Ilustración tramada una soleada mañana de mayo, de hace dos años, mientras tomaba unas cervezas en compañía de unos amigos.
Inicialmente pretendía ser una versión futurapocalíptica de cierta festividad que implica una peregrinación a un pueblo de la provincia.
Al final, creo que se asemeja más a esas portadas de revistas de cómics de los años ochenta, que tanto se nutrían de la voluptuosidad y la imaginería de la cultura Heavy Metal.
1 comentario:
Y también se asemeja a un pasaje del apocalipsis: aquel que habla de una ramera montada sobre una béstia y bla, bla, bla.
Mael.
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